La ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, visitó la residencia pública 'El Vergel' en Pamplona / Iruña para conocer los avances del proyecto 'Vivir mejor en casa', el cual busca desinstitucionalizar a las personas mayores en Navarra y mejorar la atención domiciliaria en Cataluña.
Durante la mañana, la ministra fue recibida por dos destacadas figuras del Gobierno de Navarra: la consejera de Derechos Sociales, Mª Carmen Maeztu, y la consejera de Salud, Santos Indurain. Acompañando a la ministra, se encontraban importantes personalidades involucradas en el proyecto en cuestión. Entre ellos estaban José Augusto García Navarro, director del proyecto y presidente de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG); Sabina Camacho, presidenta de la Confederación Española de Organizaciones de Mayores (CEOMA); Inés Francés, Directora Gerente de la Agencia Navarra de Autonomía y Desarrollo de las Personas del Departamento de Derechos Sociales; y Montserrat Equiza, directora de la residencia 'El Vergel'.
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Belarra señaló que la inclusión de un eje social en los planes de recuperación, transformación y resiliencia marca una diferencia significativa en comparación con otros países. Esta decisión por parte del Gobierno responde al reconocimiento de la importancia de promover no solo la transición digital y ecológica, sino también la transición social como una medida fundamental para abordar y mitigar las desigualdades existentes en nuestra sociedad.
Belarra compartió que el proyecto en cuestión surge a partir de dos reflexiones fundamentales. En primer lugar, se ha considerado la necesidad de que el Gobierno implemente políticas feministas que promuevan la igualdad de género y que asuma una responsabilidad compartida en cuanto a los cuidados. Esto implica reconocer y valorar el papel esencial de las mujeres en el ámbito de los cuidados, así como fomentar una distribución equitativa de estas responsabilidades, de manera que no recaigan exclusivamente sobre ellas.
En segundo lugar, se ha tenido en cuenta el deseo expresado por las personas mayores de poder mantenerse en sus hogares durante el mayor tiempo posible. Esto se enmarca en un enfoque de envejecimiento activo y digno, que busca garantizar el bienestar y la autonomía de las personas mayores, respetando su voluntad de permanecer en su entorno familiar y comunitario. El proyecto busca, por tanto, fortalecer la atención domiciliaria y desinstitucionalizar el cuidado de las personas mayores, ofreciendo alternativas y apoyos que les permitan vivir de manera plena y satisfactoria en sus propios hogares.
En resumen, el Gobierno reconoce la necesidad de impulsar la transición social como parte integral de los planes de recuperación y transformación, con el objetivo de reducir las desigualdades existentes. El proyecto que se ha presentado responde a la visión de adoptar políticas feministas y compartidas en el ámbito de los cuidados, así como a la voluntad de las personas mayores de poder envejecer en sus propios hogares. De esta manera, se busca promover una sociedad más equitativa y solidaria, donde todas las personas tengan la oportunidad de vivir de manera plena y digna.